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Disfrute en Loreto de un entorno natural, en donde se respira la calma y se aprecian en su más intensa nitidez los olores y colores de las cosas. Esta tradicional ciudad, originalmente habitada por una tribu nó mada y posteriormente colonizada por misioneros jesuitas en el siglo XVII, conserva prácticamente intacta su hermosa arquitectura, costumbres y el encanto de sus alrededores, sin por ello cerrar el paso a los modernos desarrollos propuestos por el sector turístico.
Mientras realiza un memorable recorrido por el desierto, descubra las misteriosas y hermosas pinturas halladas en las cuevas de la Sierra de la Giganta; disfrute de la playa y el Mar de Cortés mientras se broncea, o entérese de las múltiples peripecias que tuvieron que pasar los misioneros encargados de la evangelización en estas tierras.
¿Qué tal por ejemplo una mañana entera jugando golf, practicando tenis, o en unviaje de pesca? En Loreto se puede elegir cualquiera de las opciones anteriores; o mejor aún, todas ellas en cualquier época del año, pues su clima benévolo y su escasa humedad brindan las mejores condiciones para ello.
Loreto se ubica a sólo 350 km de La Paz, actual capital de Baja California Sur, y es el asentamiento urbano más antiguo de todo el estado. Además de las incomparables imágenes que se pueden apreciar al caminar por sus calles y entre sus construcciones de siglos pasados, Loreto se ubica en una locación impresionante, entre las azules aguas del Mar de Cortés, el desierto y la Sierra de la Giganta con sus oscuras moles de roca.
Fundada formalmente en 1697 por padres jesuitas, en la actualidad la hermosa ciudad de Loreto atrae a visitantes estadounidenses y canadienses principalmente, pues ofrece una amplia gama de servicios: un aeropuerto internacional, hoteles de gran prestigio, campos de golf, torneos de pesca< y otros deportes náuticos. A su vez, están disponibles una gran cantidad de atractivos naturales, entre los que destacan las playas de Nopoló, Juncalito, Ensenada Blanca y Agua Verde, así como las islas de Coronado, en donde anida la tortuga marina; Danzante, que es un gigantesco refugio para aves, e isla del Carmen, que por su parte cuenta con una importante mina de sal.
Antes de la llegada de los españoles, la zona que hoy en día conocemos como Loreto, era habitada intermitentemente por pueblos nómadas como los cochimíes, los pericúes y los guaycuras. Dichos grupos tribales obtenían el sustento de la caza, la pesca y la recolección de frutos y semillas, y al parecer no desarrollaron cultivo alguno.
Ya para 1683, el padre misionero Eusebio Francisco Kino había intentado llegar hasta el centro de la Península de Baja California, aunque las provisiones de su campamento se agotaron por el inclemente sol, y junto con su gente debió abandonar su empresa evangelizadora. No es sino hasta 1697, que una misión al mando del padre superior Juan María de Salvatierra desembarcó en Conchó (que en la lengua de los nativos significa mangle colorado), enarbolando en solemne procesión la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de Loreto, misma que daría nombre a la misión que allí se estableció, y al peculiar poblado que allí encontraría su origen también.
Para fortuna de los recursos naturales que allí se encuentran, Loreto permaneció ajena a los inmensos desarrollos urbanos y turísticos que tuvieron lugar en otras partes de México. No fue sino hasta la década de los 70's que se comenzó a invertir significativamente en caminos, pues se terminó de construir la Carretera Transpeninsular que conecta a Baja California y Baja California Sur con el sistema carretero mexicano y con la frontera con los Estados Unidos. Se construyó además el Aeropuerto Internacional de Loreto a tan sólo 3 kilómetros del centro de la ciudad; por ende, la oferta hotelera de Loreto se incrementó también.
Durante un recorrido por los alrededores de Loreto se deben visitar las misiones de San Francisco Javier y por supuesto la de Nuestra Señora de Loreto, ambas edificaciones poseedoras de un valor histórico y belleza arquitectónicas inconmensurables.
Le esperan también el malecón de la ciudad y las lindas calles adoquinadas para que las recorra en una agradable caminata por la mañana o al atardecer. A lo largo y ancho del poblado encontrará restaurantes, bares, tiendas de artesanías y de artículos de pesca, en donde le atenderán como Usted se merece.
Un divertida jornada de paseo en velero, o practicando la pesca deportiva, kayak, windsurf, esnórquel o buceo, son sumamente populares en Loreto, lo mismo que una visita a las múltiples islas comprendidas en el área declarada como Parque Nacional Bahía de Loreto, protegida por el gobierno federal desde 1996.